El mantenimiento del coche eléctrico es mucho más sencillo que el de un motor de combustión. Es una afirmación irrefutable si tenemos en cuenta que un vehículo completamente eléctrico carece de un propulsor con cientos de piezas móviles, que sufren constante desgaste y que necesitan ser lubricadas.
El aceite, el coche eléctrico y su mantenimiento.
Si hay algo que se deba censurar de la información diaria es el grado de posicionamientos inamovibles que se han establecido, las opiniones en las que no se contemplan los grises y el sectarismo que se difunde en redes sociales y otros medios digitales.
El resultado es un cúmulo de informaciones contradictorias que puede llevar a una persona a gastarse decenas de miles de euros en un coche y, más tarde, enterarse de que sí, su coche eléctrico también necesita aceite para hacer funcionar algunas de sus partes.
Esto ha llevado a que, por ejemplo, este mecánico que tiene cuenta en TikTok haya tenido que demostrarle a un cliente que su Tesla también utiliza aceite para funcionar. Menos que un vehículo de combustión, es cierto, pero también lo utiliza en su transmisión y puede llegar a ser necesario cambiarlo.
Lo mismo sucede con el cambio del líquido de frenos. En este caso, Tesla recomienda vigilar su estado cada dos años y cambiarlo si está contaminado pero no establece un número máximo de kilómetros para sustituir el líquido de frenos del coche. En el caso del líquido del refrigerante de la batería, estamos en la misma situación, revisiones periódicas para comprobar su estado y sólo recomienda su cambio si el líquido está contaminado.
Esto no sucede en otras marcas. En un Renault ZOE, el cambio se recomendaba cada cinco años o 150.000 kilómetros. En un Peugeot e-208, cada 10 años o 175.000 kilómetros.