SEAT seguirá fabricando automóviles en la era eléctrica. Tras meses de rumores que apuntaban a su posible desaparición en favor de CUPRA, Wayne Griffiths, CEO de SEAT S.A., confirmaba la semana pasada que el futuro de la histórica firma española está ligado, al igual que el del resto del Grupo Volkswagen, a la electrificación.
Dado que SEAT es una marca de nivel de entrada con una clientela joven, por el momento mantendrá su gama térmica y su apuesta por la micromovilidad. Sin embargo, Griffiths también dio pistas sobre el lanzamiento de un urbano eléctrico más pequeño que el Ibiza.
«No es una u otra. A día de hoy simplemente no es posible ganar dinero con un coche eléctrico pequeño de SEAT. Para ello necesitamos una plataforma eléctrica diferente y también baterías más baratas. Entonces, me gustaría investigar si un modelo pequeño de SEAT como coche eléctrico tiene sentido en la cartera del grupo junto con Volkswagen y Skoda».
Volkswagen ya dio a conocer hace unos meses su intención de desarrollar un urbano eléctrico con un precio objetivo de 20.000 euros: el ID.1. Aunque hasta ahora sólo se había mencionado un posible derivado de Skoda, finalmente SEAT podría tener su propia versión, repitiéndose con ello la jugada de sus predecesores directos, los trillizos SEAT Mii electric, ¡Skoda CITIGOe iV y Volkswagen e-up!
El Volkswagen ID.
La producción del Volkswagen ID.1 dará comienzo en 2027, algo que encaja con las declaraciones realizadas por Griffiths en marzo de este año, en las que afirmaba que SEAT no lanzaría un vehículo eléctrico antes de 2026. La plataforma utilizada no será la MEB Small de los Volkswagen ID.2 y CUPRA Raval, sino una nueva arquitectura de bajo coste desarrollada por Skoda.
SEAT 600 y Mii electric
Frente a los ID.2 y Raval, que emplearán baterías LFP, los nuevos eléctricos de acceso del Grupo Volkswagen podrían recurrir a las baterías de sodio para contener al máximo los costes. Recordemos que el fabricante chino Jiangsu Transimage anunció el pasado verano la firma de un acuerdo con un grupo alemán poseedor de varias marcas de coches para el suministro de este tipo de celdas.
Si bien no se dio a conocer la identidad de su socio, todo apunta a que se trata del Grupo Volkswagen, ya que encaja mejor en la descripción que BMW y Mercedes-Benz.